Debuté en la artritis reumatoide en septiembre de 2015. Con el décimo aniversario acercándose, creo que es un buen momento para compartir mi experiencia.
Los primeros sintomas
El primer contacto que tuve con al enfermedad fue durante alguna mañana que me desperté y sentí como una pinchazón en uno de mis dedos, como cuando vas al campo y se te clava una espina. Cuando sucede esto, lo de la espina, el cuerpo reacciona y sentimos una hinchazón, y puede que durante uno o dos días sintamos ese pequeño escozor que desaparece al cabo de unos días. Fue lo que me sucedió a mi la primera vez, y me olvidé.
El problema vino al cabo de unos días, no recuerdo exactamente ni los días ni el momento, pero si recuerdo que se repitió el pinchazo y la escozor y duró más o menos lo mismo, pero esta vez ya le di más importancia, como podía haberme pinchado con una espina sin recordar haber ido al campo.
La búsqueda de respuestas
Bueno pues de septiembre del 2015 a principios de noviembre fue un auténtico infierno, se me empezaron a hinchar los dedos, los tenía agarrotados, no podía cerrar las manos, me salían supuraciones, me dolía cambiar los intermitentes.
Algún día me despertaba y de pronto todo estaba bien, no había inflamación, pero a los dos o tres días otra vez el pinchazo agudo en la punta del dedo y vuelta a empezar.
Durante estos meses intentaba buscar explicaciones de todo lo que me estaba pasando, cosas como era culpa del pan que estaba haciendo con mi nueva thermomix, culpa de unas gambas que comí una noche, de las cervezas que me tomaba, de una araña que me había picado, mil cosas que no tenían sentido, menos lo del pan y las cervezas, pero esto necesitaría más desarrollo.
El viaje al hospital
Recuerdo una mañana que tenía uno de mis dedos extremadamente inflamado, apenas podía cambiar las marchas y me fuí a mi centro sanitario, creo que la doctora dijo “esto tiene pinta de ser una artritis” pero no puedo asegurarlo, lo que si hizo fue darme hora para unas analíticas al cabo de una semana… nunca llegué a esas analíticas.
Me desperté una mañana de noviembre con una sensación de hinchazón nunca sentida antes, me miré al espejo y lo que vi no me gustó nada, los labios inflamados, los ojos, tenía la cara hecha un desastre. En ese momento decidí ira a urgencias y fue cuando me ingresaron durante 9 días.
Continuará…
Pasaron muchas cosas que podría contar aquí, pero mi idea es ir contándolo en diferentes entradas del blog, puedo contar historias del dolor, de los tratamientos, de lo que pensaba, de como saldría de allí, pero mejor ir poniéndolo todo en historias.
Creo que esta es un buen comienzo, si te quieres poner en contacto conmigo deja un comentario.
Nos vamos leyendo.